18 de febrero de 2012

Profesionales mejor cualificados para enseñar Pilates

Para ser un gran profesional del Pilates se requiere un amplio y exhaustivo conocimiento de la anatomía, biomecánica, patomecánica , control motor y mecanismos del dolor, por lo que los profesionales mejor cualificados son los fisioterapeutas.

El Pilates tiene su momento de aplicación dentro de un plan de recuperación. Primero es necesario tratar de manera manual las lesiones o disfunciones del tejido osteo-ligamentoso y disminuir los niveles de dolor del paciente antes de iniciar cualquier tipo de ejercicio.
Esto es de vital importancia, porque el dolor hace que los músculos estabilizadores locales se retrasen en su activación y entren en fatiga más rápidamente. Además el dolor provoca cambios en el tipo de fibra muscular. Si se inicia el ejercicio con dolor, el resultado va a ser un empeoramiento del cuadro del paciente. En vez de pensar que se ha mandado ejercicio en un momento inapropiado, se puede llegar a la conclusión que el ejercicio es malo. Por ejemplo, si tenemos dolor lumbar al hacer extensión de cadera boca abajo y realizamos este ejercicio, vamos a perpetuar la secuencia alterada de activación muscular. Esto sería: retardo en la contracción del transverso del abdomen (TrA), suelo de la pelvis (SP) y multífidos (ML), activación primero del isquiotibial, luego del glúteo mayor (GM), paravertebral homolateral y paravertebral contralateral, en vez de hacerlo en su secuencia óptima (preactivación del TrA, SP y ML, luego GM, isquiotibial, paravertebral contralateral y paravertebral homolateral).
Así mismo, el alivio del dolor no necesariamente restaura la función óptima de la activación muscular, y ésta puede seguir alterada en ausencia de dolor. De ahí que haya un gran porcentaje de recurrencias de dolor y lesión. Es necesario reentrenar el movimiento óptimo con ejercicios para restaurar la función.
El Pilates no es una automedicación, donde nos ponemos a hacer de manera mecánica una rutina de ejercicios sacados de un DVD o libro, o en una clase con 10 o 20 alumnos en un gimnasio. Esta forma mecánica de hacer ejercicio refuerza el mantenimiento de las deficiencias en el control motor y en la menor eficiencia en el movimiento y resulta en la irritación de las estructuras articulares y en la exacerbación de los síntomas.
Porque el problema no radica en qué ejercicio se realiza, sino en “cómo se realiza”. Estamos cambiando la manera en cómo vivimos el movimiento en el cuerpo.

Estos ejercicios de pilates difieren de los que se usan para acondicionamiento y entrenamiento deportivo en personas sin dolor ni lesiones.

Cuando un paciente acude a consulta por dolor o disfunción, el fisioterapeuta ampliamente formado realiza una historia clínica detallada. Evalúa e identifica las alteraciones del movimiento que tiene el paciente, diseña y planifica la rehabilitación de la disfunción o lesión, y prescribe un programa de ejercicios específicos adecuado a las necesidades del paciente, como parte de un plan de tratamiento integrado.

Dentro del programa de entrenamiento, el fisioterapeuta:

• educa al paciente en la importancia del nuevo abordaje al “ejercicio”, explica qué le pasa a la programación del cerebro en la coordinación muscular cuando hay dolor y lesión. Educar al paciente acerca de la anatomía de los músculos, su función y el contraste entre los músculos profundos y superficiales.
• Identifica patrones de movimiento alterados:
  • Determina el nivel de pobre control
  • La dirección del pobre control
  • El nivel de la movilidad restringida
  • La sobreactivación y dominancia de los músculos globales
  • La inactividad o bajo reclutamiento de los músculos estabilizadores locales
• Diseña un programa de ejercicios específico para cada paciente:
  • Enseña al paciente a que sea consciente de las áreas de pobre control que necesitan ser corregidas en su movimiento y en su postura. Lo importante es cómo se hace el ejercicio y no qué ejercicio se hace.
  • Enseña la adecuada activación muscular con la ayuda de comandos verbales (visualizaciones e imágenes) y táctiles. El objetivo es que el paciente despierte la sensación del movimiento óptimo y genere memoria muscular a base de repetir el movimiento supervisado. La finalidad es la automatización del movimiento. Con la adecuada activación muscular se mejora la calidad del movimiento y postura.
  • Se inicia los ejercicios con movimientos simples para luego ir progresando a mayor complejidad.
  • Una vez que el paciente ya tiene interiorizado la sensación del movimiento adecuado, ya puede repetir los ejercicios sin supervisión y puede integrarlos en sus actividades diarias. Sin embargo, si imita un movimiento sin la previa corrección en su cuerpo y sin tener la nueva sensación del movimiento el Pilates mal aplicado puede perpetuar su disfunción o lesión.

    Lo que primero trabajamos en pilates es:
    • Óptima función lumbopélvica.
    • El uso de la respiración diafragmática costal inferior como patrón respiratorio durante los ejercicios.
    • Conseguir el alineamiento vertebral neutro de la región lumbopélvica, tórax, cintura escapular, cabeza y cuello.
    • Habilidad de conseguir reclutar conscientemente y mantener una contracción aislada y tónica de los estabilizadores locales para asegurar el control segmentario (control de la zona neutra).
    • La habilidad de mantener y controlar el alineamiento de la columna neutral durante el aumento de carga desde las extremidades superiores o inferiores.
    • La habilidad de moverse dentro y fuera del alineamiento neutral espinal (flexionar, extender, rotar, inclinar) sin colapso segmental o regional.
    • La habilidad de mantener todo lo de arriba y realizar un trabajo específico, funcional y movimientos específicos deportivos.
    • Si reentrenamos el control motor en una articulación de la extremidad, las pautas son las mismas: primero trabajamos de manera aislada la estabilidad y el reclutamiento de la musculatura local profunda y luego la integramos en conjunción con la musculatura global. Finalmente lo incorporamos dentro de la actividad funcional.

    Capacidades que se desarrollan con el Pilates

    El Pilates realizado de forma continua nos permite potenciar la integración de las siguientes capacidades:

    Estabilidad: es la capacidad de mantener estable una articulación o zona corporal mientras se mueve otra articulación o parte del cuerpo. La estabilidad corre a cargo de los músculos profundos locales de las articulaciones. Por ejemplo, para poder levantar una pierna al aire, necesitamos que la pelvis, tronco y pierna de apoyo sean estables para no perder el equilibrio.
    Disociación: es la capacidad de mover una articulación independientemente de la otra. Por ejemplo, si estamos subiendo unas escaleras, realizamos flexión de cadera para apoyar el pie, y luego extensión de cadera para impulsar el cuerpo y subir el escalón, mientras que la pelvis y columna lumbar se mantiene en posición neutral y lordosis fisiológica, respectivamente. Somos móviles bajo una base estable.
    Coordinación: comprende la activación muscular en sus tiempos apropiados. Primero se reclutan los músculos profundos locales, que son anticipatorios del movimiento y luego se coordinan con los músculos superficiales globales en los movimientos. Por ejemplo, cuando extendemos la cadera caminando, previo a iniciar la marcha, se activan los músculos lumbopélvicos locales ( transverso del abdomen, multífidos, diafragma y suelo de la pelvis), seguidamente se activa, de la pierna que extendemos, el músculo glúteo mayor, después los isquiotibiales, el paravertebral contralateral y el paravertebral homolateral. Para trabajar la coordinación empezamos realizando ejercicios con movimientos simples para luego ir aumentando la complejidad del movimiento y finalmente integrarlos en las capacidades funcionales diarias de cada persona.
    Conciencia corporal: consiste en despertar la conciencia de las distintas partes del cuerpo y las áreas de pobre control que necesitan ser corregidas, descubrir la conciencia de la posición neutral de las articulaciones e integrar la nueva postura dentro de la actividad funcional.
    La Respiración: trabajamos con la respiración diafragmática costal inferior. Esta respiración es efectiva para disminuir la hiperactividad de los músculos globales y nos permite activar adecuadamente la musculatura local lumbopélvica. Además mejoramos la oxigenación celular.
    La flexibilidad: al mejorar la capacidad de contracción muscular en los tiempos de activación adecuado mejoramos la flexibilidad muscular, aumentamos la relajación y disminuimos la rigidez. Yno tanto por el hecho de hacer estiramientos. Al recuperar la relación longitud-tensión mejoramos la amplitud articular.
    El equilibrio postural económico: al alcanzar la verticalización y la colocación de los segmentos corporales en las posiciones neutrales, mejoramos el equilibrio postural, la estabilidad y la eficiencia corporal.
    La concentración: trabajamos con imágenes de contracción muscular y visualizaciones del movimiento, coordinamos la respiración con el ritmo del movimiento y tenemos la mente en el aquí y ahora, no a kilómetros de distancia. Trabajamos la conciencia del movimiento, la atención consciente.
    La relajación: la práctica de la respiración diafragmática costal inferior, la toma de conciencia del cuerpo y el seguimiento del ritmo de los ejercicios, calma la mente del exceso de pensamientos.
    Visualización-imagineria: usamos imágenes para contraer la musculatura de manera más específica y visualizamos el movimiento para mejorar la eficacia de contracción.
    La propiocepción: aumentamos la conciencia del estado interno del cuerpo con el movimiento, la atención e intención.
    Esquema corporal y esquema espacial: tomamos conciencia de nuestro cuerpo, de la situación del cuerpo en el espacio y de la relación entre los distintos segmentos que lo componen. Nos forjamos una imagen tridimensional del cuerpo en estático y en movimiento y mejoramos la orientación de nuestro cuerpo en el espacio. Por ejemplo, nos colocamos tumbados de lado sobre la colchoneta imaginándonos que tenemos toda la espalda apoyada en una pared imaginaria y buscamos las posiciones neutrales de la columna.
    Reentrenamiento del control motor cambiando los patrones de activación muscular alterados y la recuperación del movimiento óptimo. Lo consigimos por medio de la acción coordinada del sistema muscular local y global que asegura la estabilidad sin rigidez ni colapso.
    Alineamiento y búsqueda de la posición neutral: buscamos la colocación de las articulaciones en la verticalidad y la colocación en posición neutral.
    La Simetría: buscamos la simetría de la amplitud articular, de la flexibilidad, contracción, fuerza y resistencia muscular y la simetría en la vertical. Intentamos equilibrar la lateralidad que tenemos en las extremidades (que es el predominio de usar un lado más que el otro).
    Creación de una actividad muscular automática: una vez que aprendemos el movimiento adecuadamente, lo repetimos para generar un automatismo para que no nos suponga esfuerzo tener que pensar en el movimiento.
    Destreza, fluidez y precisión del movimiento: mejorando la coordinación conseguimos que los movimientos sean fluidos, suaves, continuos, cosa que al inicio del entrenamiento se observan movimientos en rueda dentada, bruscos, rápidos y descoordinados.
    Especificidad y Control del propio cuerpo: focalizamos el movimiento en el segmento que queremos mover, focalizamos la contracción en los músculos que queremos contraer. Cada músculo hace lo que tiene que hacer, en sus tiempos e intensidades.
    La resistencia: no es nuestro objetivo a corto plazo. Cuando entrenamos el movimiento y sale automatizado y sin fatiga, empezamos a aumentar el número de repeticiones y el tiempo de contracción para aumentar la resistencia. Es un paso final dentro del programa de entrenamiento muscular.
    La fuerza: no es nuestro objetivo a corto plazo. De hecho trabajamos a baja carga para reclutar la musculatura local y usamos principalmente el peso de nuestras extremidades. A medio plazo, cuando ya tenemos una buena estabilidad, podemos aumentar la carga de trabajo para aumentar la fuerza. Primero aprendemos el movimiento y a reconocer la sensación del movimiento adecuado, y más adelante buscamos metas específicas de fuerza y resistencia.