6 de febrero de 2011

Bruxismo

El bruxismo es un apriete de los dientes de abajo contra los de arriba, asociado a rechinamiento (deslizamiento lateral o anteroposterior), y generalmente lo hacemos sin darnos cuenta.
Esto se llama parafunción, es decir, apretar los dientes y mantenerlo es una actividad muscular isométrica (sin movimiento de la articulación) mantenida en el tiempo. Yo aprieto los dientes por estrés y lo mantengo durante horas, inconscientemente.
Este apriete dentario mantenido en el tiempo tiene una lectura biomecánica en las estructuras de la mandíbula, cabeza y cuello. La contracción muscular mantenida en el tiempo de los músculos de la mandíbula, por tener mis dientes apretados entre sí, hace que aumente la presión interna dentaria, así como también aumente la presión interna de la articulación de la mandíbula (la cabeza y boina ahora se aplastan contra el techo de la cueva.*Ver entrada de anatomia de la mandíbula).
Ponemos un ejemplo clínico común. Un paciente que acude a consulta del odontólogo porque tiene bruxismo y éste le manda usar una férula de descarga (se llama aparato ortopédico interoclusal) creyendo que con eso se le quita su apriete dentario. Lo que la férula produce es un alivio pero no la eliminación total, porque no alivia la presión sobre la articulación de la mandíbula. Sigue habiendo una contracción muscular mantenida en el tiempo de los músculos de la mandíbula, pero en vez de presionar sobre los dientes, ahora presiona sobre la férula. Ya no te machacas los dientes pero sí la articulación. Cuando la férula está colocada en un sistema articular que no está en equilibrio (la articulación de la mandíbula no está en el eje vertical respecto a la línea de gravedad, es decir, de un edificio de 30 plantas, cogemos de la 20 a la 25 y las desplazamos un poco hacia delante y dejan de estar centradas respecto a la vertical), permanece la actividad muscular sostenida, permanece la parafunción. Entonces, habrá que mirar dónde está colocada la cabeza con respecto a la vertical, es decir, ver si tenemos la actitud postural de posición adelantada de cabeza. En el tratamiento, habrá que corregir la posición adelantada de la cabeza con reeducación postural para que disminuya la actividad muscular de la mandíbula.
Ahora, si mantenemos esta actividad muscular a lo largo de los años acabamos produciendo daño tisular y desgaste articular por compresión articular mantenida. Esto se traduce en dolor muscular local o a distancia y dolor por irritación de los ligamentos y cápsula articular de la articulación de la mandíbula. Llegados a este punto, se perpetúa el círculo vicioso. El daño articular hace que aumente la actividad muscular, y esta continua actividad muscular mantiene el aumento de la presión de la articulación de la mandíbula y esto provoca un deslizamiento con sobrecarga de la mandíbula cada vez que se mueve y a la larga generamos desgaste articular.
Veremos en el apartado de tratamiento cómo tratar el bruxismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario